Colombia se convierte en
un referente mundial para la moda
La creatividad excepcional de nuestros
diseñadores, los textiles de la más alta calidad y productos con valor agregado
han posicionado a Colombia como un referente de la moda internacional.
Ferias como Colombiamoda, el Círculo de la
Moda de Bogotá, Plataforma K, Cali Exposhow y el Santander Fashion Week atraen
cada año a industriales y diseñadores del mundo entero que llegan al país en
busca de los diseños creativos y los excelentes textiles colombianos.
Según Jorge Ratti, diseñador argentino, la
moda colombiana es muy influyente en toda la región. “Colombia cuenta con
excelente diseño, reconocidos diseñadores e insumos de excelente calidad que
hacen que tenga gran nombre en otros países”, agregó.
LA MODA EN COLOMBIA A TRAVÉS DE
LA HISTORIA
En la Conquista:
Las primeras
referencias al vestuario de las mujeres en América son las recogidas en los
diarios de Cristóbal Colón. En ellas se afirma que las mujeres, andaban desnudas, se pintaban
la cara y el cuerpo y se adornaban con elementos de origen animal como plumas,
huesos, escamas, dientes y conchas. Al parecer, se usaban también, para esos
fines, piedras pulidas o piezas de oro.
Se dice que las indias
que habitaban las costas llevaban vestidos que las cubrían íntegramente como
defensa ante las plagas de zancudos y, en ningún momento, para tapar su
desnudez. El traje de las mujeres
pastos, en el actual Nariño, "era una manta angosta a manera de costal en
que se cubren de los pechos hasta la rodilla y otra manta pequeña encima que les
viene a caer sobre la larga, todas hechas de hierbas". En el
Urabá colombiano "las mujeres andan vestidas con mantas que les cubren de
las tetas hasta los pies", y en la tribu de los Gorrones, en el Cauca,
"indias e indios se colocaban maures que les tapaban la delantera". Y
añadió también que las tribus chibchas eran especialistas en el arte del tejido.
En la Colonia:La primera referencia del
siglo XVII es que, en los primeros años, se tuvo al parecer un enorme aprecio
por la ropa venida de España porque, a raíz de su elevado casto, tenerla
significaba prestigio. Incluso se dice que muchos indios principales intentaban
vestirse como españoles.
En la Independencia: Los criollos
neogranadinos, a partir de la Independencia, asumieron el cambio de vestido
como una expresión de su ideología. Aunque se seguían usando los peinados altos
y los viejos trajes de tisú, muchas mujeres, según las Crónicas de Bogotá de
Pedro María Ibáñez, "se cortaban el pelo y se levantaban la ropa hasta
cerca de la rodilla ".
Las mujeres neogranadinas de clase alta de
después de la Independencia lucían para diario un traje catalogado como outré y
descrito en sus Memorias por el europeo Boussingault que vino al país después
de la Independencia, como "un rebozo (mantilla) de material azul, falda de
bayeta que es una tela de tejido liviano fabricada en el país y un sombrero de fieltro parecido al de los hombres". Este
traje sería el que daría origen al vestido nacional. La única diferencia entre
clases era que las inferiores no llevaban calzado.
Durante las dos primeras décadas de este
siglo, las mujeres siguieron usando un atuendo que, desde el siglo XVI, había
cambiado muy poco. Fue solo después de la In dependencia,
con la inmigración por parte de países europeos distintos a España, que
empezaron a desligarse del régimen colonial gracias a la llegada de lo último en
moda romántica: la falda subió para permitir ver los zapatos de cabritilla y las medias, y luego
volvió a bajar y se pasó al uso de botas. Las telas preferidas eran
transparentes como el organdí, y la muselina en colores como blanco rosado,
violeta y celeste y, hacia 1830, los estampados escoceses y el color rojo vivo.
.
-En el siglo XIX, el principal cambio tuvo
que ver con la manera de peinarse. Los peinados del siglo anterior fueron
reemplazados por innumerables propuestas que tenían que ver, en la mayoría de
los casos, con el uso de adornos. Se usaba un pañuelo doblado en diagonal y amarrado
sobre la frente para imitar los turbantes que venían del oriente, adornos de
plumas y flores y sartas de pedrería, moños de cinta y peinetas de carey
adornadas con diseños calados. También se empezaron a usar rizos y trenzas y
otros accesorios como sombrillas y abanicos Estos eran de 12 a 15 centímetros y
a partir de 1830 venían con las pantallas pintadas de paisajes y flores En la
segunda mitad del siglo XIX, los ricos empezaron a encargar ropa directamente
de París y esto sofisticó los hábitos de la moda.
A partir del siglo XX 1900: Una nueva forma de vestir, caracterizada por grandes abrigos de lino y sombreros anudados con voluminosas bufandas, se toma el ambiente como una necesidad para resistir el viaje en el carro que se ha popularizado en esa época: el descapotable Ford T Al auge de la confección de vestidos sobre medidas de dos piezas en lino y algodón para el diario, sastres de popelina opaca y organdí transparente para la tarde y trajes de seda de cuello alto para la noche, se suma el interés por las faldas hasta el piso que sólo a finales de la década dejarán ver una pequeña parte de los tobillos Los abrigos más sofisticados eran los de Madame Paquin.
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