MODA

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miércoles, 29 de octubre de 2014

HISTORIA DE LA MODA EN COLOMBIA

Colombia se convierte en un referente mundial para la moda

La creatividad excepcional de nuestros diseñadores, los textiles de la más alta calidad y productos con valor agregado han posicionado a Colombia como un referente de la moda internacional.
Ferias como Colombiamoda, el Círculo de la Moda de Bogotá, Plataforma K, Cali Exposhow y el Santander Fashion Week atraen cada año a industriales y diseñadores del mundo entero que llegan al país en busca de los diseños creativos y los excelentes textiles colombianos.
Según Jorge Ratti, diseñador argentino, la moda colombiana es muy influyente en toda la región. “Colombia cuenta con excelente diseño, reconocidos diseñadores e insumos de excelente calidad que hacen que tenga gran nombre en otros países”, agregó.
LA MODA EN COLOMBIA A TRAVÉS DE LA HISTORIA
En la Conquista:
Las primeras referencias al vestuario de las mujeres en América son las recogidas en los diarios de Cristóbal Colón. En ellas se afirma que las mujeres, andaban desnudas, se pintaban la cara y el cuerpo y se adornaban con elementos de origen animal como plumas, huesos, escamas, dientes y conchas. Al parecer, se usaban también, para esos fines, piedras pulidas o piezas de oro.
Se dice que las indias que habitaban las costas llevaban vestidos que las cubrían íntegramente como defensa ante las plagas de zancudos y, en ningún momento, para tapar su desnudez.  El traje de las mujeres pastos, en el actual Nariño, "era una manta angosta a manera de costal en que se cubren de los pechos hasta la rodilla y otra manta pequeña encima que les viene a caer sobre la larga, todas hechas de hierbas". En el Urabá colombiano "las mujeres andan vestidas con mantas que les cubren de las tetas hasta los pies", y en la tribu de los Gorrones, en el Cauca, "indias e indios se colocaban maures que les tapaban la delantera". Y añadió también que las tribus chibchas eran especialistas en el arte del tejido.
En la Colonia:La primera referencia del siglo XVII es que, en los primeros años, se tuvo al parecer un enorme aprecio por la ropa venida de España porque, a raíz de su elevado casto, tenerla significaba prestigio. Incluso se dice que muchos indios principales intentaban vestirse como españoles.

En la Independencia: Los criollos neogranadinos, a partir de la Independencia, asumieron el cambio de vestido como una expresión de su ideología. Aunque se seguían usando los peinados altos y los viejos trajes de tisú, muchas mujeres, según las Crónicas de Bogotá de Pedro María Ibáñez, "se cortaban el pelo y se levantaban la ropa hasta cerca de la rodilla ".

Las mujeres neogranadinas de clase alta de después de la Independencia lucían para diario un traje catalogado como outré y descrito en sus Memorias por el europeo Boussingault que vino al país después de la Independencia, como "un rebozo (mantilla) de material azul, falda de bayeta que es una tela de tejido liviano fabricada en el país y un sombrero de fieltro parecido al de los hombres". Este traje sería el que daría origen al vestido nacional. La única diferencia entre clases era que las inferiores no llevaban calzado.
Durante las dos primeras décadas de este siglo, las mujeres siguieron usando un atuendo que, desde el siglo XVI, había cambiado muy poco. Fue solo después de la In dependencia, con la inmigración por parte de países europeos distintos a España, que empezaron a desligarse del régimen colonial gracias a la llegada de lo último en moda romántica: la falda subió para permitir ver los zapatos de cabritilla y las medias, y luego volvió a bajar y se pasó al uso de botas. Las telas preferidas eran transparentes como el organdí, y la muselina en colores como blanco rosado, violeta y celeste y, hacia 1830, los estampados escoceses y el color rojo vivo.
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-En el siglo XIX, el principal cambio tuvo que ver con la manera de peinarse. Los peinados del siglo anterior fueron reemplazados por innumerables propuestas que tenían que ver, en la mayoría de los casos, con el uso de adornos. Se usaba un pañuelo doblado en diagonal y amarrado sobre la frente para imitar los turbantes que venían del oriente, adornos de plumas y flores y sartas de pedrería, moños de cinta y peinetas de carey adornadas con diseños calados. También se empezaron a usar rizos y trenzas y otros accesorios como sombrillas y abanicos Estos eran de 12 a 15 centímetros y a partir de 1830 venían con las pantallas pintadas de paisajes y flores En la segunda mitad del siglo XIX, los ricos empezaron a encargar ropa directamente de París y esto sofisticó los hábitos de la moda.


A partir del siglo XX 1900: Una nueva forma de vestir, caracterizada por grandes abrigos de lino y sombreros anudados con voluminosas bufandas, se toma el ambiente como una necesidad para resistir el viaje en el carro que se ha popularizado en esa época: el descapotable Ford T Al auge de la confección de vestidos sobre medidas de dos piezas en lino y algodón para el diario, sastres de popelina opaca y organdí transparente para la tarde y trajes de seda de cuello alto para la noche, se suma el interés por las faldas hasta el piso que sólo a finales de la década dejarán ver una pequeña parte de los tobillos Los abrigos más sofisticados eran los de Madame Paquin
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